La playa de las Landas es la de las postales. La interminable arena fina, la gran duna, el azul del océano... Inmediatamente me viene a la mente la imagen. Sin embargo, la playa se vive con todo el cuerpo, con todos los sentidos. El aire salado, la ligera brisa... Los ramos de brezos y pinares también contribuyen a la intensidad del cuadro. Un lugar, mil maneras de vibrar.

Bucear de cabeza

El Big Blue

Llegamos allí primero por el océano. Para aprovechar su generosidad. Los surfistas atacan olas poderosas en busca de adrenalina. Otros pequeños nadadores, con boyas atornilladas a la cintura, descubren el sabor salado de las primeras salpicaduras.

exactamente bajo el sol

Ociosidad

El derecho a no hacer nada en la playa es sagrado y celebrado. Se tolera barrer con un movimiento lento los pocos granos de arena que quedan en la esquina de la toalla y listo. Meditación espontánea, “cierra los ojos y siente el sol broncear silenciosamente tu piel salada…”

Camina con el grano

Pies descalzos en la arena

A veces blando, a veces seco por las olas, este suelo blando por sí solo simboliza las vacaciones. Cuando pisamos esta frontera entre tierra y mar, sabemos que somos unos privilegiados. La arena, encarnación de lo efímero, nos estimula a vivir el momento presente. Liberados de nuestros zapatos, cada paso se siente. El clima ya no es el mismo, deambular sin rumbo por la costa se convierte en un objetivo en sí mismo. Pocos caminantes resistirán la llamada de la madera flotante. Recupera tu “tesoro”… Pronto, uno de ellos será elegido y erigido como trofeo, centinela de los recuerdos.

Bañarse bajo ojos expertos

Natación supervisada

Codearse con el espacio salvaje y poderoso que es el océano no se puede hacer de cualquier manera. La playa nunca vuelve a ser la misma, juega con el oleaje y las mareas. Esta sorpresa diaria tiene un encanto loco y el océano destaca en esta zona. Para disfrutar al 100% de la natación, los socorristas vigilan a todos. Discretos, cualificados, transforman las preocupaciones en momentos de alegría y permiten apreciar plenamente estos momentos únicos.

Las banderas bicolores, roja y amarilla, han sustituido a las banderas azules, utilizadas anteriormente para delimitar las zonas de vigilancia. Recibe todos los consejos posibles de los socorristas de las playas.

Construye con orgullo

castillo de arena

Cualquiera que sea la diligencia de los constructores, el Océano ganará. Sin embargo, cada día, multitud de personas en cuclillas probarán suerte. Qué placer compartir estos momentos 100% íntimos... Grandes y pequeños, armados de un cubo, se propusieron detener las olas construyendo torres de arena. Junto al castillo, las princesas exigirán la construcción de una piscina decorada con conchas.

Empujar el corcho

Prueba de surfeo

Otra playa, misteriosa y maravillosa. Estar presente por la noche, a veces toda la noche, con la esperanza de recuperar una captura temprano en la mañana. ¿Será generoso el océano? Siempre es una apuesta arriesgada. Pero los pescadores costeros saben que serán recompensados, incluso con las manos vacías. Sólo ellos escucharán las resonancias de las olas y el oleaje en medio del silencio. Sólo estarán presentes cuando las nubes se disipen, revelando estos miles de millones de estrellas invisibles al otro lado de la duna.

Landas Atlántico Sur

¡Respira, estás en las Landas!

El aire fresco de la mañana, la pequeña brisa salada, un viento más cálido por la tarde, cautivador por la noche... No importa la hora del día, respira profundamente.

Activa todos los sentidos

La playa Bienestar

Aquí se unen los cuatro elementos de la naturaleza: el agua del océano, la tierra arenosa, el fuego de los rayos del sol, el aire de la brisa del mar. Experiencia sensorial por excelencia, el Yoga en la playa apela a nuestros 5 sentidos. La descompresión es total, llevada por la naturaleza mostrando el camino hacia la armonía.

Landas Atlántico Sur
surfeando en la playa de capbreton

bailando sobre las olas

Surf

Deslízate sobre el agua. Los surfistas vienen aquí para satisfacer su pasión en un entorno que refleja perfectamente su búsqueda: la comunión perfecta. El desafío es personal. Se trata de aprovechar las oportunidades que el Océano ofrecerá aquí y ahora y transformarlas en adrenalina. Tiempo presente. ¿Qué es más efímero que una ola? Cada ola surfeada será vivida como un regalo.

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