No te pierdas sus desarrollados muelles y observa las orillas del Adour y los colores que emergen de ellas. Con más de 3000 años de antigüedad, las Barthes de l'Adour son un entorno típico de la región que corresponde a tierras agrícolas (privadas y públicas) sujetas a inundaciones durante los períodos de crecida de los ríos. En estas vastas extensiones de agua, hierbas y montículos llenos de árboles alineados (baradeaux), los caballos pesados y los ponis landeses retozan libremente. Esta naturaleza pura sólo se ve perturbada por el vuelo de las cigüeñas, el grito de una becada o la sombra de una garza real. Estos humedales (protegidos) favorecen el desarrollo de una flora específica catalogada por la Oficina Nacional Forestal, como plantas carnívoras, alisos o cipreses calvos. En verano, los hibiscos de los pantanos florecen a orillas del arroyo Jouanin.